¡Hola encantada! soy Tatiana.
¿Queréis saber más sobre mi?
Desde pequeña me ha fascinado la música y mientras jugaba a ser maestra, cantante, bailarina o actriz pasaban los días de mi infancia. En la adolescencia descubrí la guitarra y fui la voz de varios grupos cantando desde tecno, tradicional en estudiantinas y pop ¡Una época maravillosa!
Cuando llego la hora de decidir que quería estudiar, me decidí por magisterio, me especialice en música y mas tarde en audición y lenguaje. Después vino la maternidad y con ella llegó la disciplina positiva y las metodologías alternativas con Montessori, la educación emocional y el yoga.
Junto con las certificaciones y un sin numero de títulos y «diplomajes» en todas en todas estas materias, llevo andando un camino de aprendizaje personal y familiar, junto con mis retoños y mi compañero de vida. Porque la practica hace el maestro y nunca se termina de aprender.
MIS GRANDES MAESTROS
Desde que me convertí en madre ha cambiado mi visión de la infancia. Mis dos pequeñas criaturas, dan continuamente lecciones de vida a sus padres, han conseguido que replantee mi forma de ver la educación y la crianza, y gracias a ellos estoy consiguiendo darle un giro a mi estancia en este planeta.
Ser más consciente de lo que hago y construir mi propia aventura sin importar el «que dirán», se han convertido en mis objetivos vitales.
Una de mis pasiones, la música, soy maestra de este arte maravilloso que descubrí en una época difícil de mi vida, la adolescencia. La música se convirtió en mi compañera inseparable, mi vida no sería igual sin acordes ni melodias.
Me he convertido en facilitadora de disciplina positiva para familias y me he formado como experta en Educación Emocional. Me interesan mucho las metodologías activas y alternativas y todo tipo de información que me ayude a crecer como madre y como educadora.
Intento con muchas ganas, entender el maravilloso mundo de los niños, escuchar sus necesidades y leer entre líneas sus pensamientos para poder dar respuesta efectiva a sus necesidades, me gusta indagar sobre emoción y educación
Me gusta indagar sobre la emoción y la educación y mientras bailo, canto, leo y escribo, sigo descubriendo como el yoga continua cambiando mi cuerpo, mi mente y mi vida.
Creo firmemente que el mundo será mejor con una infancia feliz y comprendida, y que nosotros como adultos tenemos la responsabilidad de crecer y aprender junto a nuestros niños para lograr este objetivo.
Esta propuesta pretende recorrer el maravilloso y difícil camino de la crianza, tengo muchas ganas de compartir con las familias mi experiencia, lo que nos funciona y lo que no, las risas que nos echamos, los desencuentros y las ideas que surgen, muchas veces de la nada. Básicamente descubrir que como madres y padres no estamos solos con nuestras dudas, preocupaciones y hallazgos, que muchas veces suelen ser las mismos.
ARTMONIZA
Como maestra, he podido ver la necesidad que tenemos muchas familias de compartir, sentirnos acompañados, ver que hay más padres y madres que comparten las mismas dudas, tienen los mismos miedos y celebran sus logros como nosotros. Y me pregunto: ¿Dónde han quedado los grupos de madres que se reúnen para hablar de lactancia? mis hijos ya no son lactantes, esa época ya paso, pero siguen creciendo, aprendiendo y como padres y madres, sentirnos acompañados en este camino es indispensable, tengan nuestros hijos la edad que tengan.
Considero que compartir y acompañar nos acerca y nos hace más humanos, es por esta razón que he creado Artmoniza, un espacio de encuentro con talleres para padres e hijos. Un espacio donde las familias puedan sentirse acompañadas por otras, compartir dudas y anécdotas, un lugar donde poder relajarse con talleres de mindfulness, yoga y movimiento consciente, en el que también los niños tienen cabida con talleres especiales pensados especialmente para ellos, donde la música, el arte, las emociones y el movimiento, haga parte de nuestras vidas.
Espero que con estas palabras me hayáis conocido un poco más para poner cara a este proyecto que hago con tanta ilusión.
Un abrazo enorme,
Tatiana