Escogiendo un cuento

Tengo que confesar que desde que me he convertido en madre tengo una adicción: Los cuentos infantiles. Sí, me encantan, (creo que los compro más para mí que para ellos) cuando llegan estoy deseando verlos, y ver como los enanos disfrutan y se emocionan con las historias. Eso de estar poniendo voces, haciendo ruiditos para amenizar cada escena les flipa, a ellos y a mí. Guete comenzó aprendiéndose los ruiditos (el juego de «como suena el…» le encanta) y luego algunas palabras. Juli tiene sus frases favoritas, se las aprende de memoria, ¡¡¡hasta me corrige cuando lo estoy contando!!!. ayyy mi bicho palo!!! 🙂

Ellos tienen también su Top Ten, si el publico pide más de un bis, es que el libro en cuestión es un exitazo. Unas veces acertamos otras no, pero por lo general es un momento que disfrutamos como enanos, nunca mejor dicho.

Tengo que decir también que a medida que lees más y ves más literatura infantil, te vuelves más exigente a la hora de escogerlos, o por lo menos ha sido mi caso. Yo, huyo de los libros que traen instrumentos que ni violín, ni piano, ni guitarra ni na’ de na’…sintetizadores de feria (con perdón de los feriantes, amos del entretenimiento) que más que motivar, aturden, a tí claro, porque al personal infantil lo hipnotiza eso sí. A nosotros nos han regalado alguno …uff que si os cuento… unas ganas de tirarlo por la ventana… ademas sonaba a horas insospechadas ¡no ganamos para tanto susto!, creo que sigue sonando en el trastero, porque eso sí, la pila eteeerna, ¡oye que cosa pa’ durar!.

Pues eso, siguiendo con el maravillosos mundo de la literatura infantil, me gustaría comentaros en lo que nos centramos cuando vamos a coger un libro.

  1. La edad. Suelo coger libros que se adapten a Juli porque en función de como los cuentas, los adaptas a cada uno, por ejemplo Guete esta aprendiendo a hablar aprovecho cualquier sonido (puertas, timbres, animales, transportes, voces varias…etc,etc) le encanta repetirlo y le viene genial para el habla 😉 . Si se lo leo a él solo, lo adapto (más corto, con muchos soniditos y «teatrillo» que llamo yo). Si es para Juli, lo leo tal cual (aunque a veces le añado mi punto 😉 jeje) y el teatrillo, pues igual, a no ser que sea ya el tercer bis 😮 . Sí, ¡que sea uno de los top ten!, y claro ya estas un poco hasta las pelotillas agotado y si tu objetivo es cambiar de «cuarto», no es plan de animar al publico para que pida otra!!
  2. Material. Cero plástico. Sí, hay libros de plástico, pasta dura, durísima vamos! ladrillos, los hay como pedruscos que encima pesan y tienen botones de sonidos …bueno ruidos, hablando claro y pronto. Preferimos de papel, cartón, los normalitos. Nos gustan los más resistentes…ya sabéis, por aquello de los paseos que dan por el universo infantil. Y muy importante, al comenzar con cuentos (comenzamos a ver libritos sobre los 5 meses o así) es mejor que sean de los de hojas gruesas y resistentes, poco a poco, se acostumbran a pasarlas y guay porque nos ahorramos los nooo! sin miedo a que se rompan. Luego ya pasamos a los de hoja normal y tan panchos.
  3. Ilustraciones, fotos y/o dibujos. Bueno como todo, esto ya va en cuestión de gustos. A mí personalmente, estos dibujos de colores chillones y primarios…pues no me van mucho. Me gustan las ilustraciones más que los dibujos chungos. Me encantan las fotografías bonitas, dibujos en acuarela, por ejemplo. No tienen por que ser realismo puro, solo que sean bonitos a la vista, que no estén recargados de imágenes y color porque los niños se me aturden y yo también claro!, excesiva información visual no me va, ya sabéis: menos es más.
  4. La historia. La historia que sea bonita, original, que enseñe algo, ( los que educan en emociones me encantan y los de animales también) que tengan trama, no de los simplones que te quedas igual que como empezaste… ¡que los niños no son tontos oye, pueden y quieren cositas con trama!. La redacción sencilla pero cuidada. Las palabras… pues que sea rico en vocabulario sin pasarse de rimbombante, de lo «Rococo» paso, no quiero a un Cervantes en casa, (perdonad los amantes de Quijote y Sancho, pero no veo yo preparado a mi retoño de meses para algo semejante). En cuanto a cómo se desarrolla el cuento, pues que les intrigue la historia. ¡las repeticiones les encantan! (me refiero a cuando algún personaje repite en varias escenas las mismas frases y la historia es una repetición de sucesos hasta que llega el desenlace). ¡Ahh, Importante! que los dibujos coincidan con lo que se cuenta y que no estén 2 páginas más adelante…cutre, cutre pero los hay, sí. Sexismos out por supuesto.
  5. Estilos. Nunca he sido mucho de pop ups pero, a Guete ¡le fascinan oye! y ya con sus meses es capaz de disfrutarlos sin romperlos, eso sí tengo que decir que ha sido gracias a ver muchos y usarlos, (-así Guete, así, si no, nos quedamos sin cuento!) alguno cayó 😮 , pero nada que el celo, no pueda solucionar…todo en pro de aprender a usar los libros 😉 . ¿y que me decís de los interactivos? a mí estos, no me van nada de nada. Músiquitas rancias pocas, tengo que ver que la canciones sean bonitas y los sonidos sean reales y no grabaciones chungas: vaca…y suena un fantasma…solo imaginároslo, existen de verdad. Luces cegadoras y cantantes chillones y desafinad@s, de otra época jejem, que suenan y horrorizan cuando aprietas un botón, para lo que tienes que llamar a Bruce Lee, a ver si por suerte así te suena!! de esos pocos o ninguno.

Así es como poco a poco llenamos las estanterías de casa, un poquito de todo. Esto nunca es garantía de éxito, depende mucho de los pichones y sus intereses, unas veces aciertas y otras no, y aunque ayuda mucho como cuentes las historias, ya os digo, estas pequeñas criaturas son impredecibles.

Y Vosotros, ¿cómo escogéis los cuentos?

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