Ya hace un tiempo hemos comenzado a escuchar con frecuencia la palabra EMOCIONES, una palabra que suena cada vez más. Títulos como, inteligencia emocional, gestión emocional, educación emocional...etc se ponen de moda, pero ¿realmente sabemos todo lo que se esconde detrás de la palabra Emociones? A continuación os cuento de que va el tema.
¿QUÉ ES UNA EMOCIÓN?
Básicamente una emoción es una reacción, una respuesta que tenemos ante un acontecimiento o estímulo. Las emociones son cortas pero intensas y producen reacciones fisiológicas, orgánicas. Cuando estamos experimentando miedo, el corazón late más rápido, nuestros músculos se tensan y nos ponemos en modo alerta, a la defensiva, intentamos huir, las pupilas se dilatan, nuestra respiración se acelera, etc. Si por el contrario experimentamos alegría, nuestro cuerpo esta relajado, la respiración es rápida pero fluida, esbozamos una sonrisa y vemos la vida con un matiz positivo, es decir, nuestro cuerpo reacciona a nivel físico y psicológico y damos una respuesta a eso que experimentamos a esa emoción.
¿CUALES SON LAS EMOCIONES BÁSICAS?
Hay diferentes opiniones acerca de cuales son las emociones básicas, suelen variar solo en una o dos. Yo me quedo con:
- Alegría
- Tristeza
- Enfado
- Amor
- Miedo
- Calma
- Vergüenza (esta la añado porque realmente es una emoción que en la infancia se trabaja muchas veces)
También podemos hablar de otro tipo de emociones, estas son las emociones asociadas, que acompañan a las básicas, se relacionan con estas. Por ejemplo a la alegría la podemos relacionar con la motivación, la satisfacción, el alivio, el placer. La tristeza tendría otras emociones asociadas, como la soledad, la nostalgia, la desilusión, la decepción. La rabia contaría con la frustración, el desprecio, el resentimiento, el rencor, la impotencia, la indignación, entre otras.
Y pensareis, ¿por que es importante saber todo esto? pues porque poner palabras a lo que sentimos, es indispensable para conocerlo y poderlo gestionar, para sacar partido de ello. ¿Sabíais que nombrar una emoción activa la corteza prefrontal y disminuye la actividad de la amígdala? eso quiere decir que de alguna forma cuando nombramos la emoción se reduce el estrés y el estado de alerta que nos produce. Por decirlo de alguna forma, racionalizamos lo que estamos sintiendo, por esta razón es importante conocer nuestras emociones, nombrarlas, saber que nos sucede para poder abordar de la mejor forma posible diferentes situaciones, situaciones por ejemplo, que se presentan con nuestros hijos y que muchas veces por falta de herramientas y autoconocimiento emocional, nos cuesta abordar.
¿PARA QUÉ SIRVEN LAS EMOCIONES?
PodrÍamos decir que gracias a las emociones hemos sobrevivido como especie. Sí, las emociones están con nosotros desde antes de nacer, y gracias a ellas, creamos vínculos, nos mantenemos a salvo, nos esforzamos en mejorar, cuidamos de nuestros seres queridos y muchas más cosas que nos han mantenido vivos hasta hoy.
Cada emoción nos ofrece información valiosa de lo que necesitamos en ese momento, la rabia nos dice que nos podemos estar enfrentando a algo injusto, nos ayuda a poner límites y a proteger nuestra dignidad, nos ofrece la posibilidad de relativizar y valorar lo que tenemos. La tristeza nos ayuda a procesar el dolor de la perdida, nos da la posibilidad de fluir, nos ubica en un momento para la reflexión y la introspección. La alegría por el contrario nos ofrece seguridad y bienestar, nos hace sentir con mayor vitalidad y nos da la posibilidad de abordar las dificultades desde una perspectiva más positiva. Por otra parte, el miedo nos pone alerta, permitiéndonos anticiparnos al peligro, nos ofrece la posibilidad de valorar el daño y actuar en consecuencia, gracias a él tomamos decisiones que nos protegen. Así cada una de las emociones, junto a sus matices, nos acompañan día a día y nos dan mucha información valiosa. El asunto es reflexionarlas para saber por qué y para qué aparecen.
¿QUÉ ES LA CONCIENCIA EMOCIONAL?
Tomar conciencia de nuestras emociones, es un trabajo de constancia y diario, es la gimnasia mental que podemos hacer cada uno para mejorar en autoconocimiento y actuar dando una respuesta lo mas asertiva posible. Para ello os traigo unos pasos sencillos para comenzar.
1. Estar dispuesto a…
Tener ganas de conocerse y estar abierto a este autoconocimiento. Cuando decidimos comenzar a hacer ejercicio lo primero que tenemos que hacer es estar dispuestos a ponernos las zapatillas y el pantalón para comenzar, para tomar consciencia de nuestras emociones lo mismo, nos ponemos en marcha y para ello dedicamos el tiempo para pensar sobre nuestras sensaciones, ponemos nombre a lo que sentimos y nos hacemos más consientes de las acciones que producen.
2. Tomar conciencia de
Aprender a escucharnos, y esto supone estar muy atentos a lo que nos sucede a todos los niveles, (físico psicológico, conductual) entonces, es importante estar atentos a los «detonantes» esos momentos que día a día nos resultan estresantes o esas situaciones que definitivamente producen en nosotros emociones intensas. ¿Cómo me siento a nivel físico y psicológico cuando llego tarde? ¿cuándo estoy cansado o tengo hambre? ¿Cuándo mis hijos entran en un estado o en otro? ¿qué suelo hacer? ¿Grito a la primera?¿Me entran ganas de llorar? ¿intento pensar en otra cosa?…
3. Poner nombre
Nombrar lo que sentimos es básico, al igual que reconocer en que medida y con que intensidad lo sentimos. Ese, estoy enfadado porque…, me siento a disgusto porque…, estoy triste…, que alegría e ilusión me hace poder…todas esas frases nos hacen ser más conscientes de nuestras emociones. Identificarlas nos ayuda saber como podemos actuar en consecuencia para tomar decisiones más reflexivas.
Comenzar a conocer los detonantes, las emociones y las sensaciones que estas producen y ser conscientes de nuestras acciones son los primeros pasos para comenzar a mejorar la relación que tenemos con nosotros mismos, con los nuestros y con el mundo.
Espero que os haya sido útil.
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