La verdad es que nunca imaginé que la hora de comer fuera un momento tan enriquecedor , y no me refiero solo a las proteínas, vitaminas e hidratos que ingerimos, sino a la cantidad de cosas que se pueden aprender en ese momento.
Cuando mis retoños comenzaron con fruta y sólidos fue un momento maravilloso, recuerdo las ganas que tenía de comenzar con los potitos, papillas y purés.
La manzana, el plátano, la pera, la calabaza y el calabacín, bailaban en mi mente felices, directo a la batidora para alimentar a mis enanos y ellos, degustando las recetas trituradas y los deliciosos purés de mamá…¡todo perfecto! hasta que comencé a leer :s…sí, me sumergí en el maravilloso mundo del BLW o lo que es lo mismo, alimentación complementaria autorregulada….¡¿QUÉ?! ¿que mi bebe, sin dientes o con un solo piño, puede comer trozos sólidos y él solo? ¡¡¡ NOOOO IMPOSIBLE!!!…pero sigues leyendo y te va convenciendo. Pues va ser que sí, pueden. Así que comenzamos a probar. Le dimos a la pitufa, plátano, naranja, sandía..pero la manzana se resistió…demasiado dura para triturar con un diente, aunque si por ellos fuera, ¡ale también! pero claro, con la salud de los padres no se juega, cada vez que el retoño tosía…¡ay madre! a mi se me paraba el corazón y el padre dejaba de respirar, así que manzana a la batidora, incluso después, cuando tuvieron ya los dientes de delante nos daba miedo. Más tarde descubrimos, que si le dábamos una manzana entera pelada, la roía cual ratoncillo y la lograba comer y ¡sin hacer sudar a sus padres! pero todo poco a poco.
Tengo que decir que para dar trozos de fruta y comida primero hay que mentalizarse…toserá y habrá momentos en los que se te parará el corazón, pero oye, no se como pero lo gestionan muy bien, cuando algo no les convence, se lo sacan y siguen comiendo…increíble, ¡ellos solitos!. Eso sí, es importante aprender a disimular, (dientes dientes jejeje) que no se note que estas nervioso, por que ya sabéis que son muy listos, lo notan todo y no queremos que la cena se convierta en una película de terror llenita de sobresaltos. Así que una sonrisa y ale cariño ¡estupendo!.
Tengo que decir que nosotros no somos puristas de ningún tema, asi que BLW sí, pero adaptado a nuestros miedos, maneras y necesidades. Les hemos dado de todo, pures, papillas,fruta triturada (la manzana al comienzo) y también trozos, muchos trozos de todo, pasta, arroz… mejor os hago una lista:
- Sandía sin pepitas, luego se comenzaron a sacar ellos solos las pepitas.
- Plátano en trocitos y poco a poco el plátano entero.
- Pera, entera y blandita…¡no sabéis que hermosura de cara! ¡¡pera aquí y pera allá maquíllate, maquíllate!!
- Brócoli cocido..los famosos arbolitos!
- Zanahoria cocida
- Calabacin
- Berenjena, todo con un poco de aceite de oliva.
- Naranja en cuartos…!ale a chupar cascara¡
- Mandarina quitamos las pipas
- Uvas, comenzamos quitando las pipas, y luego ya se gestionaban ellos la pipa, con su cara de guagg incluida. La pielecilla una veces sí, otras con cara de: ¿y esto que hace aquí?
- Arroz..yo a día de hoy me pregunto…esas encías realmente podían triturar el arroz? respuesta: ni idea pero a Juli le encantaba.
- Patata cocida, frita, mash potatoes…todo menos cruda!
- Pollo, primero trocitos pequeños y después a morder muslo…¡un gusto verlos comer!
- Costillas, trocitos pequeños diminutos, por esto del problema de corazón y ahogamiento de los padres y luego, la costilla a dos manos.
- Pescado: salmón, bacalao, merluza, todo sin espinas of course!
- kiwi.
- Fresas.
- Guisantes, maíz, judías verdes ( una veces con cuchara y otras escogiendo con esos dedos diminutos, ¡pure love y motricidad fina a tope!
- Tomate en trozos
- Por supuesto un básico, cusco de pan y piquitos
- Queso de burgos
- Galletitas María
- Yogures. Nosotros optamos por los naturales sin nada de azúcar, les gustan. Tampoco han comido mucho de los de sabores la verdad.
- Huevo, cuando llego el momento y con las indicaciones del pediatra. Después en tortilla frito y cocido.
- La lechuga nunca ha tenido mucha acogida, pero una ensalada con arroz, lechuga queso y tomate, maíz manzana y aliñada con aceite a día de hoy les encanta.
Todo esto tengo que decir que va acompañado del limpia que te limpia de después, así que consejo: el suelo no queda limpio, los niños tampoco, y vosotros menos, si os animáis prepararos para vivir la «EXPLOSIÓN» literal del sabor.
Es verdad que muchas veces la mayor parte de la comida acaba en el suelo, y por supuesto no queremos que nuestros pichones dejen de comer, solución: comen ellos y les apoyamos..una ayudita tambien nos vale ;), de hecho cogemos dos cucharas una para Guete y otra para darle nosotros, lo que viene a ser tarea compartida vamos.
Las desventajas
Pues además de la «EXPLOSIÓN» de sabor, el maquillaje natural, los mininfartos y el suelo sucio, decir que cuando vas a un restaurante y tu hijo de 15 meses quiere comer solo, pues parecemos la mesa de los tres cerditos. Normas de urbanidad cero patatero, sobre todo cuando le da por poner en practica su autonomía y aunque le enseñamos que con el cubierto es mejor, el uso de la servilleta y que el agua, es para beber y no para hacer sopitas, hay momentos que el disfrute máximo tiene lugar, él mira su mano, la cuchara y sopesa: – ¿más rápido y eficiente?… ¡pues con la mano aleeee!
Las ventajas
Ventajas yo he visto muchas, ademas de tener el suelo de la cocina reluciente, todos los días después de comer, los niños trabajan la autonomía, motricidad fina, descubren ellos solos las texturas y sabores, lo que hace que la hora de comer se convierta en un momento de aprendizaje y les encanta. Guete descubrió que podía comer solo y si le dábamos no quería…pensábamos que estaba malo). Además nosotros trabajamos la paciencia y el control de nuestras emociones (el corazón se fortalece y te vuelve experto en mantener la respiración ¡¡arriba la apnea!!). A nivel de dentición buenísimo, (!los niños tiene que utilizar los dientes! ¡aunque sean pocos!) fortalecen musculatura de los organos fonoarticulatorios, (lengua, labios, maxilares, etc imprescindibles para el desarrollo del habla) deglusión de sólidos, también muy útil.
Pues eso, como ya veis yo me imaginaba otra cosa totalmente diferente cuando llego el momento de introducir alimentos. La verdad, con mis hijos esta siendo todo un descubrimiento, unas veces nos sale mejor otras peor pero siempre con la mejor intensión, un trapito y escoba en mano y por cierto, un babero de silicona con bolsillo que es nuestro aliado number one, ma-ra-vi-llo-so- Guete encesta que da gusto y nosotros limpiamos menos.;)
¿Como lo veís? ¿lo pondríais en practica con vuestros peques?
Nota: recordad que todos los alimentos, tienen su orden de introducción en la dieta infantil, el señor/a pediatra os orientará. ¡Animo y a comer!